Nuno Acosta
Diseñar con responsabilidad creativa y cultural

Hablando con Gabriela Campoverde, precursora del concepto de responsabilidad creativa y cultural, llegamos a varios puntos claves en el proceso de generar una industria de la creatividad y una economía naranja en Ecuador. Que son necesarios para consolidar los pilares sobre los que se desarrolla la nueva economía: la de productores y creadores trabajando en comunidad, como una gran marca colectiva.
1) VISIBILIZAR AL FABRICANTE
Lo que hace falta es incluir al fabricante en el proceso de la creación, sobretodo cuando el proceso es artesanal. El artista aporta sobre el diseño, desde la técnica hasta elementos no imaginados en la ideación. Durante décadas, diseñadores explotaron a artesanos, llegando a usurpar su participación y con ello erosionando la industria. Cuando el fabricante crece, crece el autor y crece la industria, invierte más, participa más.
2) RESPETAR AL AUTOR Y SUS DISEÑOS
La propiedad intelectual y la creatividad trabajan tan intrínsecamente que su desarrollo parecería ser el secreto mejor guardado de las grandes empresas: crear para ser pionero. Los creadores tienen el derecho de paternidad, que es irrenunciable, que lo acompañará por toda su vida y 70 años después de la muerte, ese derecho es lo que se convierte en el alma de los proyectos de impacto económico y cultural. Cuando el artista crea, estando seguro que lo hace para expandir su patrimonio (pues una autoría o una patente es un activo intangible que se puede vender, licenciar o incrementar al patrimonio) puede seguir creando, dedicarse a crear, vivir de sus creaciones. La responsabilidad creativa y cultura promueve la protección de la propiedad intelectual como instrumento clave a incrementar la seguridad de desarrollo del diseñador o autores.
3) EXPANDIR NUESTRA CULTURA
Aportar con nuestro talento a la narrativa colectiva, conectar lo ancestral con lo tradicional con lo contemporáneo, los personal con lo colectivo, lo coyuntural con lo ficticio, es la forma en la que creamos identidad y aportamos a la eterna e infinitamente vibrante cultura ecuatoriana. Guardar el pasado, entender el presente e imaginar el futuro para que las generaciones tengan elementos que integrar a su imaginario y llevar con orgullo como símbolo de lo que es ser ecuatoriano.