Nuno Acosta
EL ALGORITMO QUE NOS ENFRENTA
Actualizado: 11 jun 2022

En Silicon Valley, Facebook junto a Twitter entraron en el panorama mundial generando comunidades, enfoque 100% alcance orgánica, o sea, una sola persona podía tener un gran impacto en todo el mundo, sin restricciones, sin filtros. Pero luego se convirtieron en plataformas publicitarias. Facebook para las marcas y Twitter para las personas públicas.
El algoritmo empezó a ganar dinero ofreciendo a marcas la posibilidad de llegar a la gente específica más afín con su oferta. El algoritmo está hecho con inteligencia artificial, hoy es la creación más exitosa que conoce a la humanidad como nadie la ha conocido antes.
Con el tiempo, el algoritmo descubrió que la simpatía une a la gente, pero la confrontación, el odio, la división, generan emociones más rápidas y poderosas. El algoritmo, que es un robot, descubrió que el odio conecta a la gente que un día empezó conectando por sus afinidades. Hemos llegado a una enajenación como sociedad tan grande que se puede considerar que hay un grupo de confrontación para todo. Alguien en tu barrio odia lo que escuchas, pero el algoritmo que es omnipresente conecta con miles de otras personas que no comparten tu geografía, pero comparten tu odio.
El algoritmo entendió que para seguir siendo útil, la división es lo que más une a la gente. Por eso su efecto en la política, que se ha convertido en el enfrentamiento de bandos. O a favor o en contra. La opinión personal es tan vana que se puede opinar de cualquier cosa.
Andrés Seminario, estratega de comunicación dice: En 1976 Cheap Trick cantaba "The dream police / They live inside of my head /The dream police /They come to me in my bed..." sobre un hombre paranoico que está convencido de que sus sueños están siendo monitoreados... la policía del sueño es el logaritmo de inteligencia artificial de tus dispositivos...
Nada nos une más que la crisis, pero que el algoritmo aproveche toda oportunidad para mostrarte la crisis, encausar tu reacción, apuntarla hacia tus oponentes y enajenar tu entorno nos empieza a deshumanizar.
Silicon Valley ha parido monstruos que para beneficiar a sus accionistas, utiliza la división para activar las estadísticas. Ya no se considera a un político sin un troll center. El mismo grupo de cuentas que lo defiende ataca a sus oponentes.
La película futurista Terminator, en su futuro distópico en el que los seres humanos están al borde de la extinción por ser presa de las máquinas que se revelaron contra sus creadores, acertó en el fin de la civilización, pero falló en pensar que los robots nos cazarían, solo se necesita un algoritmo que agrupe a bandos opuestos y deja que del exterminio se encarguen sus propios autores.